Miaka ha vuelto a casa, y descubre sorprendida que han pasado apenas dos horas. Pero el problema es que no encuentra a Yui. Ya en su casa, le explica a su hermano todo lo sucedido, que la cree, pero le advierte que tenga cuidado con el libro. Dándole vueltas al asunto, Miaka cree que lo que le ha pasado a Yui es que ha sido absorbida por el libro cuando ella ha salido, y decide rescatarla.