Juana Inés y la nueva virreina quedan flechadas. Una de las monjas de San Jerónimo es descubierta con un embarazo avanzado, por lo que el arzobispo Aguiar y Seijas endurece las medidas de encierro de las religiosas y fija su mirada en Juana Inés. Surge una relación amorosa y secreta entre ésta y la virreina. La priora María sospecha y obtiene unas cartas de amor entre ellas, mismas que entrega al padre Núñez, quien amenaza con hacerlas públicas. Juana Inés lo destituye como su confesor.