Cuando una política francesa es encontrado muerta en la frontera entre el Reino Unido y Francia, los detectives Karl Roebuck y Elise Wassermann son enviados a investigar por respectivos países. Sin embargo, el caso dará un giro inesperado, con un descubrimiento realizado en la propia escena del crimen, el cual obligará a la policía francesa y británica a unir sus fuerzas para resolver esta inesperada situación.