Koshikei relata las vicisitudes de R, un joven coreano que es acusado de violar y matar a dos mujeres y, por tanto, condenado a morir en la horca. Pero algo falla en la ejecución: R sobrevive y se queda amnésico. El comité organizador decide que, para que la ejecución sea eficaz, primero hay que conseguir que R recuerde quién es y lo que ha hecho.