En un París convulsionado por la inminente revolución, Eugéne François Vidocq, criminal reformado que ha llegado a convertirse en uno de los inspectores de policía y detectives más reputados de Francia, se dedica en cuerpo y alma a dar con El Alquimista, uno de los criminales más temibles de la ciudad que oculta su rostro tras una máscara en la que se ven reflejadas su víctimas antes de morir.