«Garganta profunda», una película pornográfica dirigida por Gerard Damiano, un peluquero amante del cine, y protagonizada por Linda Lovelace, una muchacha tímida manipulada por un marido controlador, se estrenó en 1972 y dividió al público, que empezó a hablar abiertamente de sexo, de deseo y de placer femenino; pero también de violencia y de abuso; y de la pornografía, hasta entonces una industria casi clandestina, como un fenómeno cultural revolucionario.