Inglaterra, siglo XIV. Eduardo, Príncipe de Gales, y su padre el rey Eduardo III de Inglaterra (1327-1377), conducen un ejército a la provincia francesa de Aquitania para protegerla de los franceses. Tras ser derrotada en el campo de batalla, Francia intenta, sin éxito, asesinar al príncipe Eduardo, por lo que secuestran a su esposa, la hermosa Juana de Holanda.