En vísperas de su regreso a Europa tras una prolongada estancia involuntaria en el Brasil del siglo XVI, el marino alemán Hans Staden es capturado por una tribu india caníbal hostil. Para sobrevivir, intenta convencer a los indios de que no es portugués (sus enemigos), sino amigo de los franceses (sus aliados), y que su Dios se enfadaría mucho si se lo comieran.