¿Acumular imágenes es resistir? ¿Es posible devolverles ahora el gesto desafiante? Durante las décadas del sesenta y el setenta el cine también fue arma política. Una cantidad indeterminada de películas filmadas en la clandestinidad desafiaron la censura y la represión. Fueron un instrumento de denuncia y contrainformación. La máquina de amputar del terrorismo de estado las seccionó con métodos diversos. La mayoría de las películas quedaron perdidas. Desaparecidas ellas también.