Juan se ha convertido en el hazmerreír del pequeño pueblo de pescadores, a raíz de que su mujer le fue infiel y se embarazó de otro hombre. Él ha dejado la pesca y cuida obsesivamente una ostentosa mansión de una familia adinerada de la capital. Un día, el joven hijo del dueño se aparece en la casa, sin permiso de su padre y cargado de alcohol, junto a un amigo extranjero y una chica del pueblo que acaban de conocer. Durante el transcurso del fin de semana, Juan se verá obligado a tomar decisiones que afectarán el resto de su vida.