Cuando su hijo Esben deja el hogar de la familia, Kjeld y Vibeke deciden mudarse una casa más pequeña. Descubren que el departamento en el cual vivían cuando eran estudiantes está a la venta y deciden comprarlo y volver a empezar. Kjeld amuebla el departamento como era en aquella época, y por un tiempo los dos vuelven a vivir los dulces días de la juventud. Pero la historia toma un giro inesperado cuando se despiertan una mañana y descubren que tienen 30 años menos.