En la capital de la Nueva España, a fines del siglo XVI, se culpa de una epidemia a los judíos. Uno de éstos, don Rodrigo de Carvajal, natural de Benavente, en España, es enterrado por su viuda Francisca y sus hijos Luis, Mariana, Baltasar y el dominico Fray Gaspar. Al advertir que los familiares del muerto practican ritos judíos, Fray Gaspar los denuncia a la Santa Inquisición. Sólo Baltasar logra huir, mientras que los demás son detenidos y encarcelados. Francisca es torturada por orden del Gran Inquisidor Fray Alonso de Peralta. Mariana es violada en su celda y Luis oye los gritos de su madre desde la suya, en la que está acompañado por el alucinado Fray Hernando, un espía.