Piper (Georg Olden) es llevado a un orfanato por la policía. Allí conoce a otros niños internos, entre los que están Mouse (Michael Hentz), Blackie (Christopher Brown), Whitey (Joey Coleman) y Joey (Pamela Segall). Tanto Kurtz como Serena, la administradora del centro, tratan con muy malos modos a los chicos. Estos van a unirse para rescatar al joven Mouse, quien ha sido adoptado por los Fitzpatrick (Martin Mull y Karen Black) una familia de locos y raros personajes.