Bajo los efectos hipnóticos de Fabián, “La Gran Irina” realiza con enorme éxito un número de telepatía en una sala de fiestas. Después de sufrir terribles pesadillas en las que comete crímenes, acude al médico. Este averigua que Irina, manejada hipnoticamente por Fabián, le sirve de instrumento para llevar a cabo una venganza personal.