Karin no pertenece a la nobleza, pero a pesar de ello se casa con el mentalmente desequilibrado rey Erik XIV, convirtiéndose en reina de Suecia. El habilidoso consejero del rey Göran Persson quiere una política real que apoye al pueblo y apoyada por él. Pero en relación a la nobleza el rey oscila entre provocativas exhibición de fuerza y una impredecible debilidad.