Tras la muerte de Felipe II, rey de Navarra, las princesas Malva e Isabel esperan averiguar cual de ellas le sucederá en el trono. Malva, cruel y ambiciosa, intuyendo que la elegida será Isabel, intenta apoderarse del testamento para sustituirlo por otro que le sea favorable y por ello contrata a Maciste con el encargo de conseguir el documento. Al mismo tiempo, Isabel, percibiendo la maniobra de su pérfida prima, contrata con el mismo propósito al zorro. Tras varios acontecimientos, el testamento llega a las manos de Maciste, quien sin embargo, se da cuenta de las malas intenciones de Malva.