Los vikingos atacan la aldea de Kuksja y terminan trayéndolo en su barco porque creen que es buena suerte. Después de probarse a sí mismo en una batalla contra los temidos daneses, el jefe Torir le otorga el nombre de Einar y lo toma como su hijo. De vuelta a casa en Noruega, los hombres son recibidos como héroes, pero surgen nuevos problemas cuando Kuksja se enamora de la hermosa Signy, que ya es casada con la viciosa Sigurd.